martes, 14 de noviembre de 2006

Trova del duende Leafar

Con el tiempo la distancia
Pero nunca el olvido
Con su muerte mi pesar
Pero nunca el abandono
Sobre su tumba el cielo austral
Que de noche si es clara
Muestra con gracia las tres Marías

No tienes reemplazo
Ninguna mujer en este mundo
Tiene tu dulzura
Ninguna hace latir mi corazón
Ninguna estremece mis tuétanos
Como tú con el invitarme a sostener
Tu mano con mi mano
Y hacer un sándwich con la otra

Eres la gran ausente
La eterna esperada
Que nunca llega
Y que nunca
realmente
se fue

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